Higado graso

DRA. BERTHA ALICIA ELIAS MARTINEZ

Enfermedad del hígado graso no alcóholico (NAFLD) es una variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol; como su nombre lo indica, la característica principal de la NAFLD es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas; ésta es cada vez más común en todo el mundo, algunos individuos pueden desarrollar esteatohepatitis no alcohólica (NASH), una forma agresiva de enfermedad del hígado graso que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática. Este daño es similar al ocasionado por el consumo excesivo de alcohol. Si ya hay cirrosis y el proceso no se interrumpe puede ocasionar: acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), hinchazón en las venas del esófago (várices esofágicas) que pueden romperse y sangrar, confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía hepática), cáncer de hígado y por último insuficiencia hepática terminal lo que significa que el hígado ha dejado de funcionar.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico generalmente no causa signos ni síntomas, cuando lo hace pueden ser: fatiga, dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la esteatohepatitis no alcohólica están relacionadas con: Sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes tipo 2, niveles altos de grasa particularmente triglicéridos en la sangre; estos problemas de salud combinados favorecen el depósito de grasa en el hígado.
Para reducir el riesgo de NAFLD es tener una dieta saludable: frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables; mantener un peso saludable y hacer ejercicio.

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